Allá donde quiera que estés hay datos. Podríamos decir que el Big Data nos rodea, nos persigue. Si hay imágenes, si hay formularios, cámaras, micrófonos o incluso, escáneres médicos, hay datos y, aunque suene extraño, no hay información. Si no sometemos todos esos datos que generamos constantemente a una exhaustiva analítica, no obtendremos información que es, al fin y al cabo, lo que más interesa a los equipos de Marketing. Saber cómo se comportan los usuarios, qué les gusta, qué compran, hacia donde miran, qué comen cuando llueve, a qué hora salen de casa cuando hay un atentado… y así, cualquier variable que se nos ocurra es información susceptible de formar parte del Big Data. Sólo hay que saber extraer esa información e interpretarla para después aplicarla en campañas efectivas de Marketing.

Pretender hacer un post en el blog en el que se explique con todo tipo de detalle y análisis qué es el Big Data sería muy pretencioso. Hemos optado por resumirlo en las 4 (aunque algunos lo simplifiquen en 3 y otros lo amplíen a 5) archiconocidas “V” del Big Data:

 

Volumen

Diríamos, brevemente, que el Big Data está compuesto por toneladas de datos que gracias a un software realmente complejo, se analizan y se convierten en información útil, por ejemplo en nuestro caso, para un departamento de Marketing cuyos responsables tendrían la misión de convertir esa información en acciones concretas, sacando conclusiones sobre el comportamiento de los usuarios/consumidores.

 

Variedad

Como hemos comentado antes los datos están allá donde quiera que vayas: cuando mandas un correo electrónico o haces un retuit, si cuelgas fotos de cafés en tu Instagram o de paisajes maravillosos, si escuchas repetidamente una canción, si cuando llueve pides pizza para comer en casa, si los domingos se venden más periódicos en primavera o en verano… Los datos son infinitos, como también lo es la imaginación. El gran reto del Big Data, en este caso, es saber gestionar esa gran cantidad y variedad de datos, combinar variables y obtener informaciones útiles para que las marcas sepan reaccionar y adaptarse a las necesidades más inmediatas de sus posibles clientes.

 

Velocidad

Del mismo modo que constantemente los usuarios están conectados, los departamentos de Marketing necesitan obtener con cierta inmediatez los resultados extraídos de los datos para poder reaccionar a tiempo. Es por eso que el proceso de obtención, análisis y envío de informes es en el Big Data una cadena de trabajo casi a tiempo real. Eso es lo que hace que el Big Data sea realmente una herramienta útil a la hora de gestionar campañas de marketing, por ejemplo.

 

Veracidad

Como todo en el mundo de la comunicación, hay fuentes fiables y fuentes que no lo son tanto. Lo mismo ocurre con el Big Data. A la hora de obtener unos análisis fiables debemos fijarnos bien de donde provienen y además, tener capacidad para comprenderlos y aplicarlos a nuestro sector para obtener los resultados que buscamos. Y es que tan importante es el Big Data como su posterior lectura. Si contamos con una buena información pero no sabemos transformarla en acciones concretas de nada nos va a servir el Big Data. Es por ello que insistimos en la importancia de contar con profesionales del marketing y la analítica web para poder interpretar esos datos de comportamiento que nos reportará una información valiosísima a la hora de plantear campañas y acciones determinadas.

Si en concreto nos centramos en el ámbito de las Redes Sociales, el Big Data tanto propio como de la competencia podría ser de gran utilidad para adelantarnos y ofrecer soluciones a nuestros clientes antes de que lo haga otra marca. Saber cómo son sus seguidores en comparación con los nuestros: cómo actúan, qué gustos tienen, qué, cómo y cuándo consumen… y un sinfín de variables con las que podemos jugar a la hora de crear campañas originales a la vez que efectivas. Como veis, las 4 “V” del Big Data, si las manejamos bien, podrían llevarnos a la 5ª y definitiva “v” de “victoria” en nuestras campañas de marketing.