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El diseño responsive: un propósito pendiente

Como ya hemos hecho hincapié en muchas ocasiones, los usuarios accedemos a Internet desde múltiples dispositivos, cada vez dejando más de lado el ordenador y acudiendo al Smartphone o tablets. Este cambio en la forma de navegar de los usuarios ha provocado que las páginas web o las redes sociales, entre otros muchos rasgos, tengan que adaptarse a las nuevas tendencias de los consumidores.

Es de ahí de donde surge el término responsive y cuya traducción en castellano prefiere no usarse. El diseño web responsive es una técnica del mundo del diseño web que tiene como objetivo que una misma página web se pueda visualizar de la manera más adecuada posible en las diferentes herramientas que usamos: ordenadores, tablets, móviles, etc.

¿Por qué es necesaria esta adaptación? La experiencia en Internet cambia mucho en función del dispositivo que se esté utilizando, por lo que la experiencia que ofrezca una web debe ser la mejor para el usuario y adaptarse a sus diferentes necesidades. Muchos son los ejemplos de páginas web en las que es imposible hacer cualquier movimiento, pues se ralentiza mucho la experiencia de usuario o el móvil la bloquea. Esta es una de las razones por la que la mayoría de los usuarios aún no se lanzan a comprar con su Smartphone: no lo ven seguro, no lo ven práctico, tardan más, etc.

En definitiva, su principal objetivo es el de redimensionar y colocar de una manera más adecuada los elementos que conforman la página web, adaptándose al ancho del dispositivo que esté usando el usuario y haciendo que visualice la web de una forma correcta. Los contenidos son exactamente los mismos, pero el objetivo es que el usuario sienta que está accediendo a una app diseñada específicamente para ese tipo de dispositivo. Es decir, que sienta que al entrar en una web desde el móvil está teniendo la misma experiencia que si accediese a una app o una web desde su ordenador.

Entrar en una página web desde un dispositivo que no sea un ordenador no debería ser tedioso, esa es la base sobre la que se asienta el diseño responsive. Que sea fácil de usar y consumir es el objetivo primordial, para que los usuarios puedan aprovechar la página al máximo, tengan una buena experiencia y accedan a los contenidos que nos interesen más. De hecho, una de las técnicas para mejorar la estrategia SEO en los dispositivos móviles, según las directrices de Google, es hacer uso de un buen diseño responsive.

¿Cuáles son las ventajas de un diseño responsive?

  • Reduce el tiempo que tarda en cargar y en realizar las acciones dentro de la página web en los dispositivos portátiles.
  • Evita duplicar contenidos.
  • Favorece que los contenidos se viralicen porque son más fáciles de compartir y de visualizar.
  • Favorece la lectura, adaptando el tamaño de letra al más adecuado para cada dispositivo y sus dimensiones.
  • Mejora la experiencia en la navegación, teniendo en cuenta los diferentes botones con los que cuenta cada dispositivo y la ventaja del uso táctil del mismo.
  • Ahorro de costes, ya que no es necesario desarrollar múltiples versiones del site o incluso desarrollar una app específica.
  • Ahorro económico dado que no hay que desarrollar una versión para cada dispositivo o una app específica para los smartphones, tablets o diferentes sistemas operativos de los mismos.

 ¿En qué se focaliza el diseño responsive?

  • Debe tener en cuenta la experiencia en todos los navegadores y sistemas.
  • Hay que trabajar sobre todas las resoluciones y tamaños de pantalla.
  • Actuar sobre todas las velocidades de conexión para que la web tenga menos peso y sea más rápida.

A pesar de que la tendencia hacia el diseño responsive está ganando terreno, todavía están los que prefieren un diseño adaptado. ¿Cuál es la diferencia entre uno y otro?

Mientras que el diseño responsive, reorganiza los elementos que componen la web para aprovechar al máximo el espacio del que se dispone para cada dispositivo, el adaptativo no es tan flexible. Este último, utiliza tamaños de pantallas ya definidos, mientras que en el responsive no se usan valores fijos en píxeles, sino que se varía las medidas de ancho y márgenes proporcionalmente.

Ahora que ya conoces las ventajas de apostar por este tipo de diseño y no simplemente el adaptado, es hora de ponerlo en marcha junto con los mejores profesionales en desarrollo web. El diseño responsive no es hacer una versión para el móvil, sino en estructurar los contenidos directamente al diseñarlos, pensando siempre en las necesidades que tiene el usuario de cada tipo de pantalla.

El diseño que hagamos de una web necesita adaptarse de forma completa, no solo en cuanto a forma sino en cuanto a contenido. No se debe incluir aquello que no se considere relevante, esa es la regla de oro y la conclusión con la que tienes que quedarte de este post.

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