Como se suele decir, una imagen vale más que mil palabras y el vídeo se ha convertido en el formato más atractivo para transmitir una serie de mensajes en la actualidad. Es más personal que un texto e, incluso, que una imagen. Además, es más fácil de compartir y de viralizar, por lo que incorporarlo a la estrategia de una empresa como vídeo corporativo puede llegar a ser fundamental.
El video corporativo debe ser capaz de formar una imagen general en la mente del espectador sobre lo que es capaz de hacer la empresa. Por supuesto, debe reflejar los puntos fuertes y llamar la atención sobre estos. Lo ideal es que no dure más de dos minutos, aunque en algunos casos llega a durar cinco. Puede dar a conocer la empresa en sí, sus productos o servicios, las personas que hacen posible su éxito, eventos en los que haya participado, etc.
La premisa que hay que tener especialmente clara es que el vídeo corporativo no es publicidad ni un acto promocional. A pesar de los beneficios que pueda llegar a tener y de los que hablaremos más tarde, el vídeo corporativo no tiene una finalidad promocional, sino que es o debe ser informativo e, incluso, motivacional para tus trabajadores.
En general, los vídeos hacen que el usuario, que visita la página web, se quede más tiempo, dado que suele ser un elemento que atrae nuestra atención para que lo visionemos hasta el final. No solo logran visitas, sino que favorecen a la viralidad del contenido, pues son más fáciles de compartir por redes sociales, emails, etc.
En una estrategia de contenidos casi cualquier soporte y formato es bienvenido para captar la atención de los futuros consumidores y mantener la de los actuales. De hecho, recordemos que, entre la información más estricta, siempre se recomienda incluir alguna imagen o infografías. Entonces, ¿por qué no dedicar esfuerzos a construir un vídeo corporativo de calidad?
En primer lugar, hay que considerar la información que deseas compartir en dicho vídeo: en qué destaca el negocio, cuáles son los puntos fuertes, si es importante o no mostrar el producto/servicio, si mostramos o no al equipo humano que tenemos detrás. Todas estas cuestiones podrían estar en ese vídeo corporativo de nuestro negocio, pero hay que reflexionar qué es lo que más nos diferencia y lo que puede llamar más la atención. Por ejemplo, testimonios de clientes que animen al público potencial, puede llegar a ser clave. Si el negocio tiene una cierta complejidad, el vídeo debería ser un resumen eficaz del beneficio o valor que nos van a aportar los bienes o servicios de esa empresa.
Hay diferentes tipos de vídeos corporativos, entre los que podemos encontrar los que son más los vídeos tipo tutorial cuando se trata de servicios online complejos o se lanza un nuevo producto, testimoniales, informativos o vídeos en los que se muestra la gama de productos de la empresa. Como ya se ha mencionado, cuando más corto sea el vídeo mucho mejor, para poder conseguir un mayor impacto y no aburrirle. Logran más engagement, visibilidad e interacciones con la marca.
Posicionará mejor el contenido en términos de SEO, porque buscadores como Google dan especial importancia al valor añadido que aportan estos vídeos a las páginas web. Adaptarlos a los diferentes dispositivos es importante, los usuarios accederán a tu página web desde el ordenador, móvil, etc. Por lo cual, debe estar correctamente optimizado para que sea fácil de consumir y de compartir.
La creciente demanda de este tipo de vídeos como carta de presentación de las empresas, hace que la innovación también esté presente en la producción de los mismos. Por ejemplo, la utilización de drones, realidad virtual, vídeos en 360 o aquellos que buscan la interacción del usuario son algunos de los ejemplos que más se están utilizando actualmente.
Por supuesto, debe ser profesional dado que es el reflejo de la imagen de nuestra empresa. La imagen, el audio y el storytelling deben dar lugar a un producto de calidad. Para ello, te recomendamos que cuentes con profesionales de la producción audiovisual que sepan entender el objetivo que persigue el vídeo desde el primer contacto entre cliente y agencia.