advergaming

Gamificación y publicidad. ¿Jugamos?

Cómo olvidar esa partida al solitario con cara de concentración mientras tu madre pensaba que hacías un trabajo. O las horas que parecían minutos jugando a los Sims. Está claro que desde que el hombre es hombre ha disfrutado del juego y la competición, pero ahora que somos usuarios digitales y cada vez más individualistas, nos gusta competir contra nosotros mismos. Mediante un sistema de logros y rankings con desconocidos podemos llegar a engancharnos.

Si la publicidad y el marketing se caracterizan por algo, es por saber adaptarse a cualquier formato que tenga éxito, y el juego no podía ser menos. Ya sabes que nos encanta hablar otros idiomas pero en esta ocasión tienes la suerte de que el término que vamos a tratar está (más o menos) traducido: gamificación. Como se puede deducir, tiene algo que ver con la palabra game (juego), aunque se diferencian en una parte muy importante. Mientras que el objetivo de un juego es simplemente divertir, la gamificación tiene otros objetivos secundarios a los que se llega mediante la diversión. La gamificación es una tendencia en crecimiento, que podríamos incluir dentro del marketing experiencial.

Sabiendo esto, ¿cómo podemos sacar provecho de la gamificación para nuestra marca? En marketing digital tenemos dos opciones: in-game advertising (IGA) y advergaming. El advergaming es la creación de un videojuego específicamente por parte de una marca para publicitarse a sí misma. Un sencillo ejemplo sería Netflix Infinite Runner , un juego online al estilo 8 bits creado por Netflix. Los personajes a elegir son protagonistas de series originales de la marca como Pablo Escobar (serie Narcos) o Marco Polo (serie homónima). Según el personaje que seleccionemos nos tocará vivir una aventura relacionada con el argumento de la serie a la que pertenece.

netflix infinite runner

El in-game advertising, por el contrario, es publicidad de la marca añadida a videojuegos ya existentes. El famoso FIFA de fútbol es conocido por sus gráficos cada vez más realistas, y es que se lo curran tanto que incluso las vallas publicitarias en el estadio son publicidad real de marcas deportivas. Sería una especie de product placement adaptado a formatos digitales, lo que entra en la denominada publicidad estática (SIGA), ya que se inserta en los juegos durante el proceso de desarrollo. Al igual que el product placement, el problema de este tipo de publicidad es que no da la opción de modificarla ni medirla una vez ha llegado al usuario final. En cambio, la publicidad dinámica in-game (DIGA) aporta a la marca mucha más flexibilidad. Además, gracias a la nueva generación de consolas con sistemas que permiten jugar online podemos extraer datos como la localización geográfica del usuario, la hora del día a la que se conecta, su perfil, etc. Esto nos permite hacer una publicidad más a su medida. Es interesante que  incluso en algunos casos, se emplea como herramienta para rediseñar alguna fase del juego en la que sabemos que un usuario se ha quedado bloqueado porque la exposición ante un anuncio ha resultado excesiva.

La gamificación está muy relacionada con el engagement y la rentabilidad, así que puede ser un recurso muy útil y atractivo para tus consumidores. ¡Jugar no es solo cosa de niños!

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