Estamos en un mundo cambiante. El mundo online. Un mundo que, a veces, nos puede parecer “violento”. Buscamos un vuelo en Internet e, inmediatamente, acto seguido, nuestros navegadores se inundan de publicidad: el mismo vuelo más barato, hoteles en la ciudad de destino, rutas turísticas, complementos para hacer tu viaje más fácil y otras miles de cosas.
Pues bien, más allá de las típicas acciones marketinianas, el mundo online cuenta con un concepto que las une todas. Es el inboud marketing, cuyo objetivo es seducir al usuario y hacer que se convierta en un prescriptor de nuestro producto. ¿Cómo? Mostrándole contenido que le entre por los ojos, le resulte interesante, bonito o impactante… tanto que el usuario decida compartirlo con sus contactos.
Fase 1: seducción
Quedamos con esa persona que tanto nos gusta… de hecho, nos gusta tanto que consigue que quedemos con ella. Ese es el primer paso del Inbound Marketing: lo que vemos nos atrae y damos un paso más allá o lo que es lo mismo, el contenido nos parece interesante, nos hace reír o emocionar y decidimos que queremos saber más y hacemos ‘click’.
Fase 2: viralidad
Esa primera cita resulta tan maravillosa que decides coger el selfie que os hicisteis y compartirlo por Whatsapp a tu grupo de amigos. O lo que es lo mismo: el contenido que acabas de leer te parece tan maravilloso que decides que se merece un ‘compartir’ en tus redes sociales. No, no puede ser que algo tan curioso te lo quedes sólo para ti.
Tu objetivo es más que claro, pretendes despertar esa envidia entre tus colegas o, lo que es lo mismo, que se muestren interesados por ese contenido. De hecho, seguramente a alguno le interesará tanto que incluso acabará adquiriendo el producto que anunciaba o informándose más sobre el tema.
Fase 3 y última (pero no menos importante): la analítica
Preguntarás. Y es que no podrás evitarlo. “¿Qué os parece?” o lo que es lo mismo “¿has visto lo que he compartido en Facebook?” y, en ambos casos esperarás que la respuesta sea del estilo: “quiero uno igual para mí”.
Sí, eso es el Inbound Marketing. Ofrecer contenido creativo y original. Contenido que guste y se comparta y sobretodo, que permita analizar y sacar conclusiones: qué le gusta a nuestra audiencia que ya es cliente, qué les gusta a los que no lo son y qué deberíamos publicar para que lo fueran.