Desde el origen de los tiempos, los hombres tendieron a representar la realidad con elementos gráficos, como las pinturas prehistóricas. Más tarde, con la aparición de la escritura, esta tendencia se aisló a ciertos sectores como el del arte, la literatura o la cartografía. A lo largo de la historia, la representación gráfica de datos ha ido ganando y perdiendo peso, en línea con acontecimientos como el desarrollo de la estadística o la introducción de los primeros gráficos informativos en los periódicos. Los datos representados de manera visual en infografías son cada vez más recurrentes en los informativos de televisión y en el mundo digital, por su capacidad de atraer la atención e informar en un sólo vistazo.

Una infografía es una representación visual de contenido que, normalmente, incluiríamos en un texto. Muchos consideran a la infografía como un tipo de gráfico o imagen que llama la atención del lector, por su aspecto informal y visual. Sin embargo, es mucho más que eso. Es una herramienta de comunicación muy útil a la hora de mostrar y explicar información o datos que, de por sí, son complicados de entender o son demasiado laboriosos.

Hay multitud de infografías, de todos los colores y tamaños, por lo cual la forma de medir su calidad es bastante subjetiva. Se entiende que una infografía debe ser útil, para nuestro público objetivo, para ser considerada de calidad. Además, debemos tener en cuenta que antes de empezar a diseñarla hay que contar con todos los elementos gráficos necesarios que queremos incluir, procurando que guarden un aspecto visual armónico.

Es una herramienta que resulta del trabajo conjunto de aquellos que saben del tema que se va a tratar y de los que manejan las herramientas de creación de las infografías. Como en cualquier caso, si no tienes experiencia con herramientas de producción gráfica, lo mejor será acudir a expertos en diseño gráfico para que puedan elaborarte una infografía profesional y atractiva.

Razones por las que elegir una infografía

Con las infografías funciona el dicho “una imagen vale más que mil palabras”. De hecho, las imágenes y los vídeos se suelen compartir más que los textos, sobre todo a través de las redes sociales y, así, generar más engagement. Además, hay que tener en cuenta que la infografía, al fin y al cabo, es una imagen más, por lo que se puede compartir como una fotografía independiente del artículo al que acompañe, de forma más fácil, natural y rápida.

• Pinterest es la red social por excelencia si hablamos de infografías; muchos usuarios coleccionan este tipo de contenido en sus tableros por la simple razón de que son útiles a la hora de tener organizada cierta información.
• Son contenidos originales y diferentes de los que puedan hacer otros usuarios. Esto es beneficioso en el caso de buscadores como Google, que premian los nuevos tipos de contenido y aquellos que más e comparten. Por lo tanto, ayudará a generar visibilidad orgánica, tanto de la propia infografía como de la web, usuario o empresa que la ha realizado y compartido.
• Al crear un contenido original y visual se aporta un valor añadido. Los usuarios evitan tener que leer el contenido, de un simple vistazo son capaces de quedarse con la información más importante.
• Favorecen el proceso de atención, comprensión, retención y aprendizaje del cerebro del usuario. Podríamos comparar las infografías con los esquemas que se elaboran a la hora de estudiar una materia, solo que en este caso de manera visual.
• No hay que olvidarse de que las infografías no solo contienen imágenes o gráficos, sino que cuentan con datos importantes que resaltan sobre el resto del contenido. Por lo cual, si se crea contenido “pesado” con multitud de datos, una buena forma de presentarlo y hacerlo más ameno puede ser a través de esta herramienta.
• Las infografías, normalmente, se suelen presentar acompañando a un texto, por lo que los buscadores lo posicionaran doblemente; es decir, posicionan tanto el texto como la imagen en los resultados de búsqueda. Esto añadirá tráfico a la web, sobre todo si incluyes el link de la misma dentro de la propia imagen o infografía.

¿Cómo hacer infografías?

Deben ser sencillas y atractivas, pero sobre todo útiles. Pueden ser de tipo mapa, contener estadísticas y gráficos, tablas… Y, también, podemos usarlas para ordenar elementos cronológicos, biografías, puntos clave, causas y consecuencias, etapas de un proceso, etc. Desde Influencia, siempre os recomendamos los mejores expertos cuando no estéis demasiado familiarizados con la materia. Por esta razón, os dejamos algunos ejemplos que pueden ser de ayuda.

En este caso, tenemos una infografía utilizada para representar la programación semanal del canal Sundance. De esta forma, mucho más visual, podemos encontrar el programa o serie que nos interesa ver de un solo vistazo.

Este ejemplo contiene datos más estadísticos. Es información que en formato escrito hubiera sido difícil de comprender y retener, por lo que incluirla en una infografía es un éxito asegurado.

En este caso, la infografía contiene bastante más información que en los anteriores ejemplos. Sin embargo, es otra forma visual de presentar información. Si estás buscando algo específico, basta con buscar la zona del mapa que quieres consultar y rápidamente se ve el dato deseado.