María Fernández es informática y trabaja en una gran compañía. Durante la semana, su día a día es: madrugar, trabajar y llegar a casa agotada. Así que espera con ganas que llegue el fin de semana para poder disfrutar del relax de no tener que hacer nada, cultivar sus amistades y pasar largos ratos con su pareja a la que últimamente no ve demasiado.
Pero María es una mujer muy independiente. Tiene amigos a puñados así que, si su chico tiene que pasarse el día estudiando, lo más probable es que ella lo dedique a un cine con amigas y una de palomitas gigantes.
Efectivamente, María disfruta de estos pequeños placeres pero también le apasionan los grandes viajes. Conocer países lejanos y dejarse absorber por su cultura y su gente.
Todo apunta a que María Fernández forma parte de nuestro equipo, que es un miembro más de Influencia, pero no. María Fernández es una chica de Madrid, una chica cualquiera a la que hemos decidido conocer un poco más consultando únicamente sus redes sociales. Gracias al mundo digital hemos descubierto detalles de la vida de María, detalles que un headhunter podría haber descubierto navegando un poco por Internet.
En un entorno 100% online, donde la línea roja que separa ese mundo y nuestra vida es casi imperceptible, entra en juego más que nunca el Personal Branding.
Si una marca tiene que tener personalidad propia, como os contábamos en artículos anteriores, ¿cómo no la vamos a tener nosotros? Antes de dar cualquier paso en las redes sociales, tenemos que tener muy claro qué cara queremos mostrar al mundo. De eso pueden depender nuestras relaciones personales pero también nuestras relaciones laborales.
Lo contaba Malcolm Gladwell en su obra ‘Inteligencia Intuitiva’ (Taurus, 2005). Afirmaba que las personas somos capaces de crearnos una primera impresión en tan solo dos minutos. Pasado este tiempo nuestra mente entra en juego y hace todo lo posible por confirmar esa ‘impresión’. Y de la misma manera rechaza de forma automática cualquier información que contradiga nuestra primera sensación.
De la mano de esta teoría, nuestra salida a la calle para una entrevista de trabajo tiene que ser impecable. También debe serlo el salto al mundo online de cualquier marca. Siempre con tacto, cariño, con un tono claro y definido, con una estrategia que sustente todo el proceso y, sobre todo, con muchas ganas y preparación.