Ya han pasado un par de días tras la 89ª edición de los Premios Oscar, que pasará a la historia por el estrepitoso error del que primero se culpó al pobre Warren Beatty, aunque luego la consultora internacional PriceWaterhouseCoopers asumió toda la responsabilidad.. A pesar de lo mucho que se habla de ello ahora, este año los Oscar registraron su audiencia más baja desde 2008, lo que puede hacernos pensar que la equivocación con los sobres del premio a mejor película no fue tan accidental. ¿Una atrevida maniobra de marketing de cine?
Conspiraciones aparte, es un hecho que, aunque ha decaído en los últimos años, la industria del cine sigue facturando cifras millonarias. La calidad de la cinta, en materia artística y de producción, tiene finalmente la voz cantante, pero es cierto que sin buenas herramientas promocionales muchas películas terminarían cojeando. Para saber un poco más acerca de este apasionante mundo, es importante saber que el marketing cinematográfico comienza mucho antes de la postproducción de una película, y se sostiene en una fase de preparación y una fase de lanzamiento.
La fase de preparación abarca desde que se tienen las primeras ideas sobre una película hasta que se obtiene la primera copia de la cinta. Es aconsejable que en esta etapa busquemos una buena relación con los medios de comunicación, especialmente medios especializados, con la idea de crear expectativas en torno al producto que estamos realizando. Para ello sacamos provecho de las comunidades online, como blogs de cine, que son imprescindibles para generar un boca-oreja favorable para nosotros. Por lo tanto, intentamos suscitar la mayor cantidad de medios ganados (¿sabes lo que son?) a través de una repercusión con el menor coste para la productora. Además de las técnicas offline de promoción, como comunicados y ruedas de prensa y la publicidad convencional, no deberíamos olvidar hacer una página web como espacio oficial de la película, donde los usuarios podrán encontrar toda la información disponible de una forma sencilla, rápida y accesible. Ese tipo de usuarios pasarán a denominarse audiencia social, y a ellos tendremos que dirigirnos también con perfiles oficiales de la película en redes sociales, para mantener una comunidad de seguidores que puedan convertirse en prescriptores y altavoces de la película. Según lo avanzado que se encuentre el rodaje, podremos también distribuir un Kit de prensa electrónico (EPK) a los medios que más nos interesen, que incluirá material oficial de la película (BSO, posters, argumento y casting detallado) para controlar de primera mano la información que se difunde y evitar que se tergiverse.
En la fase de lanzamiento, todos los esfuerzos se concentran en atraer al público a las salas de cine, puesto que esta etapa comienza en el momento en que obtenemos la primera copia de la película hasta que se estrena en cines. Es aquí cuando el tráiler, la piedra angular del marketing cinematográfico, cobra protagonismo. Se suele distribuir en salas de cine unas 8 semanas previas al estreno; aunque lo más común en la actualidad y en estrategias a largo plazo es distribuirlo en YouTube y redes sociales. El tráiler, según expertos, influye en la decisión del usuario de ver una película hasta tres veces más que cualquier otra herramienta promocional. Una semana antes del estreno, se hace uso de las técnicas más costosas, como la famosa première, para hacer de nuestra película algo espectacular.
Pero esto no acaba aquí. No debemos olvidar la fase de recuerdo, que consiste, como se puede deducir, en el recordatorio al espectador de que la película ya está disponible en cines. Resulta clave el fin de semana posterior al estreno, ya que la facturación recaudada condicionará el presupuesto y los esfuerzos a utilizar para seguir promocionando la película si es necesario. En esta etapa también se hace uso de la herramienta más barata y más efectiva de marketing tras el estreno de una película: el boca-oreja, que se encargará de seguir manteniendo vivo el interés por la película. Aquí también entra en juego la dimensión 2.0. A ver, que levante la mano el que se ha atrevido a pagar la entrada para ver una película de la que no ha buscado ninguna crítica en internet, sea profesional o informal. Pocos, ¿verdad? Entonces lo ideal es hacer un buen uso del posicionamiento SEO, que ya ha debido ser correctamente elaborado desde la primera fase, para que cuando un usuario busque el título de la película se encuentre con nuestros perfiles y sitios web oficiales (es decir, con lo que queremos que sepan).