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Prosumers, grandes aliados para tu marca

Piensa en cómo compras y contesta a estas preguntas:

¿Revisas en blogs las opiniones sobre artículos antes de comprarlos?

¿Las opiniones que lees en redes sociales sobre productos/servicios te influyen a la hora de adquirirlos?

¿Miras foros para ver los comentarios de otras personas sobre productos que estás pensando en comprar?

¿Las reviews de youtubers sobre artículos son tan fiables para ti que repercuten en tu compra?

Si has respondido a todas estas preguntas con un ‘sí’ es que tu fuente de referencia a la hora de realizar compras son los prosumidores, pero incluso tú mismo con pequeñas acciones ya te puedes convertir en un prosumidor. ¿Cómo? A continuación, te acercamos el término y las características de éste.

El concepto de prosumidor, prosumer en inglés, fusiona las palabras productor (producer) y consumidor (consumer).  Pese a que el término lo acuñó el escritor estadounidense Alvin Toffler en 1980 en su libro The Third Wave (La tercera ola), ha sido en estos últimos años cuando más ha conseguido evolucionar. Toffler predijo que en un futuro cercano los consumidores exigirían ser escuchados y participar en la creación de los productos que les interesasen, y es en la actualidad cuando esto se ha hecho posible gracias a la tecnología digital, la web 2.0, las redes sociales y la interactividad. Así, el simple hecho de crear un blog, opinar en un foro o comentar algo en Facebook ya nos convierte en prosumidores, puesto que estamos generando contenido.

Las características del prosumidor, también denominado consumidor inteligente, son:

  • Suele estar más informado. Cuenta con múltiples fuentes de información, con las que podrá valorar si adquiere el producto o no. Además, al encontrarse en Internet están disponibles 24 horas al día.
  • Creación de contenido propio. Muchos consumidores actuales son también bloggers o youtubers, que crean contenidos dónde exponen sus opiniones, conocimientos, experiencias, etc.
  • Capacidad de ser remunerado. Relacionado con el punto anterior, estos bloggers y youtubers pueden obtener dinero gracias a las opiniones que dan sobre los productos. Algunos son más críticos que otros con algunas marcas, pero es algo a lo que las empresas tienen que adaptarse y trabajar en común con ellos, pues la relación con éstos es muy importante actualmente. Algunos de estos prosumidores no reciben una remuneración directa como tal, las marcas les envían productos gratuitos para que los prueben y lo reseñen en su blog o canal de Youtube.
  • Expertos en viralizar. No sólo escriben un post en el blog o suben un vídeo a youtube, también lo comparten por todas sus redes sociales o en diferentes foros para que otras personas vean su reseña sobre los productos.
  • Comparación constante. El prosumidor tiene en su mano la posibilidad de comparar productos con otras fuentes, y en cualquier lugar. Antes de comprar un producto en un establecimiento puede leer las opiniones al respecto para tomar una decisión final.
  • Más exigente. Al consumidor inteligente no le sirve cualquier cosa, exige más a las empresas en comparación a los consumidores de épocas anteriores. Las marcas deben cuidar su presencia online ya que estos prosumidores no sólo generan contenido, también comparan continuamente entre unos productos y otros, como hemos dicho anteriormente.
  • Peligro de ‘infoxicación’. El término ‘infoxicación’ es la unión de los términos “información” e “intoxicación”. Esto hace referencia a que el prosumidor, al estar continuamente en Internet (y a la vez recibiendo información del entorno offline) recoge una gran cantidad de datos y opiniones que a veces le puede costar procesar.

Podríamos decir que la base del prosumidor es mantenerse informado e informar a los demás. Se encuentra en un continuo proceso de comunicación, lo que implica que esté siempre conectado. Gracias a estas características podríamos conseguir un perfil medio del ‘prosumer’ actual:

  • Suele estar entre los 25 y los 30 años.
  • No consume nada de lo que no se haya informado antes, desde la descripción del producto hasta la comparación de los precios entre una plataforma u otra.
  • Tiene estudios universitarios.
  • Es una persona impaciente, a la que le gusta saber todos los datos posibles al momento, por lo que busca soluciones rápidas.
  • Como hemos dicho anteriormente, están continuamente conectados a todo tipo de redes sociales y otras plataformas, de las que pueden conseguir más información para transmitírsela también a sus seguidores.

Todo esto hace que las marcas estén comenzando a tener en cuenta a estos consumidores inteligentes. Son personas que pueden influir en las compras de otros clientes, tanto para bien como para mal, por lo que lo mejor es que las empresas les tengan de su lado, por ello las estrategias de marketing cada vez van más dirigidas hacia ellos, y, sobre todo, a escucharles.

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