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Una marca con sentido del humor, tierna e irónica, por favor

Abrir una revista, ojearla y de repente, pasando página, te encuentras con el anuncio de tu marca favorita. Sonríes, lo miras con ilusión, lo analizas. Te comentas a ti mismo: “me gusta más éste que el del verano pasado” o “pues yo no hubiera puesto a este modelo, prefería el que salía en el anuncio de la colonia”….

Ahora, cierras la revista y te das cuenta que esta escena forma parte de los noventa. Que hace bastante tiempo que no abres una revista y que, aunque no lo creas, te cuesta recordar el último anuncio de tu marca favorita que has visto en papel.

La marca con la que hace más de diez años soñabas y te parecía grande, se ha convertido en alguien más de tu entorno. Podríamos decir que ahora la marca forma parte de tu familia.

Con ella viajas en el metro, vas de vacaciones, te tumbas en el sofá y puede incluso ser lo primero que ves por la mañana.

Sí, nos parece extraño, pero con la llegada de las redes sociales las marcas se han personificado y se han convertido en nuestra sombra. Los departamentos de social media y las agencias digitales tienen un nuevo gran reto. Ahora ya no basta con que un publicista diseñe un gran anuncio para print o que la marca repique en las redes sociales los anuncios y ofertas de su día a día.

Ahora nuestra tarea, la de los profesionales del entorno, es dotar de carácter y personalidad a una marca. Definir cómo habla, con quién, qué es lo que muestra y lo que no, si tiene sentido del humor o es gruñona….

Y aunque no sea una tarea sencilla, estamos preparados. Hemos nacido digitales y eso nos hace más sencillo el uso de ciertas herramientas. Definir qué le gusta a nuestra comunidad y cómo se comporta es el paso principal para trazar nuestra estrategia.

Sabemos lo importante que es causar una buena impresión en la primera cita, en la entrevista de trabajo o en el primer encuentro con los suegros. Y es por esto que existen personal shoppers. Sabes que si la ocasión lo merece te vas a poner en buenas manos y vas a elegir el mejor vestido. Haz lo mismo con tu marca. Porque aunque todos sabemos que nuestro sobrino está todo el día “enganchado” a Facebook y haya nacido con un iPad bajo el brazo, lo más probable es que no sea la persona adecuada para gestionar una marca a nivel online, aumentar su buena reputación, crear un perfecto concepto paraguas para los contenidos, analizar los resultados…

Lo mejor para causar una buena impresión en esa cita es decirnos cuál es tu marca y nosotros haremos que triunfe.

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