Siempre se ha dicho eso de “una imagen vale más que mil palabras” y además, como en Twitter solo podemos usar 140 caracteres, lo de usar fotos y GIFS para expresarnos está a la orden del día en la red. Algo similar pasa con Instagram y Snapchat, redes sociales donde la imagen es la reina del contenido. Estamos de acuerdo en que el gran objetivo a corto plazo de cualquier marca en las redes sociales es conseguir el mayor número de interacciones posible, y algo que sin duda puede ayudar a alcanzarlo son los queridos y temidos memes. Pero ¿qué es exactamente un meme? ¿Y de dónde salen?
Los memes son expresiones, situaciones o pensamientos representados en forma de vídeos, textos, imágenes y todo tipo de creaciones multimedia con un resultado entretenido o útil, y que además pueden ser fácilmente difundidos por medios digitales. Si el contenido es juzgado como interesante, atrevido u original por el usuario promedio, el meme se extiende por internet rápidamente, lo que favorece su distribución multitudinaria a través de los mismos ambientes por los que circula o por otros nuevos.
Por un lado nos encontramos memes surgidos de situaciones puntuales (partidos de fútbol, programas de televisión) que se difunden al momento porque entran en la gran conversación que estos eventos generan en la red. Podemos acceder a estas conversaciones echándole un vistazo a los Trending Topics/TT (o temas del momento) de Twitter o Facebook, y eligiendo el que más nos llame la atención para informarnos y colaborar, normalmente mediante un hashtag representativo. Aquí entra en juego el oportunismo de cada usuario para saber colaborar en los TT, y generar contenido con el que otros usuarios se puedan identificar al momento y decidan compartir. Estos memes pueden acompañar a nuestras opiniones de una forma bastante entretenida si elegimos el adecuado. La premisa del Real Time Marketing se encuentra en saber identificar el momento adecuado para unirse a la conversación con un contenido que ayude a difundir un mensaje clave, o que contribuya a construir imagen de marca.
Lo que más auge está teniendo últimamente son los GIFS. En la página Giphy.com, cada día actualizan los GIFS que más se utilizan en el momento. Un evento del calibre de la gala de los Oscar 2017, genera una gran cantidad de imágenes que podemos utilizar para expresar nuestra opinión respecto a los premios, y más cuando en ella se produce uno de los errores garrafales más sonados y retransmitidos de la historia. ¿Ya has visto nuestro post sobre marketing de cine?. Este GIF, por ejemplo, podría resumir a la perfección la reacción de los espectadores tras el famoso error final de la gala:
Por otro lado, existen memes recurrentes que ya han encontrado su sitio en las redes sociales y siguen teniendo éxito incluso años después. ¿Nunca has escuchado eso de “challenge accepted” (“acepto el reto”) cuando te toca hacer una tarea en poco tiempo? Pues proviene de este sencillo meme:
Ahora llega la otra gran pregunta: ¿cómo hago virales mis contenidos? Para empezar, si no sabes a qué nos referimos con viralidad, te recomendamos que le eches un vistazo a nuestro diccionario de marketing online. Lo cierto es que en marketing digital no hay una fórmula mágica para conseguir que nuestro contenido se viralice, pero sí existen determinados factores que nos pueden dar un empujón.
En primer lugar, el contenido debería ser publicado por una cuenta con la habilidad de generar un impacto medio, dependiendo de su alcance e influencia; esto es básico. En segundo lugar, la clave pasa a ser el contenido en sí mismo como detonante: ¿estoy hablando sobre un tema relevante en la agenda mediática? ¿La temática es lo suficientemente general como para que muchos usuarios empaticen con ella? ¿Estoy incluyendo un call to action? Las respuestas a estas preguntas llevan al mismo objetivo, que es emocionar positiva o negativamente al usuario para que sienta la necesidad de compartir lo que acaba de ver con sus amigos, contactos o seguidores, y que así continúe la cadena. En esta fase lo curioso (o no tanto) es que el usuario que difunde un contenido siente una especie de satisfacción interna al participar en la conversación del momento. Percibe que la viralidad se debe en parte gracias a él y que los demás están imitando su comportamiento.
¿Qué harías tú para que tu marca se hiciera viral? ¡Recuerda que compartir es vivir!