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Y la publicidad se volvió macarra en Navidad

netflix narcos navidadEn estas fechas de tanta saturación y opulencia, las marcas buscan una manera de hacerse notar entre las luces y el espíritu navideño que lo invade todo. Y el modo que encuentran de hacerlo algunas de ellas es mediante campañas provocativas y sobre todo, un tanto macarras, que consiguen, en medio de este ambiente lúdico, llamar la atención y ya de paso desatar algún que otro conflicto internacional. La campaña de campañas, protagonista por encima de todas, para bien y para mal, ha sido la amada por muchos y odiada por no pocos “Oh, blanca Navidad” de Netflix, con el cartel del personaje de Pablo Escobar de la serie Narcos. Ingeniosa, atrevida, macarra, provocativa y muy hiriente para algunos, que han visto en este cartelón desplegado en la Puerta del Sol de Madrid una ofensa a la buena imagen de Colombia en el mundo, que tantos años lleva luchando por alejarse del macabro personaje que tiñó de negro y blanco (permítase la gracia) su historia reciente. La campaña tuvo éxito. Muchísimo. Ha sido objeto de cientos de memes y ha recibido los aplausos de publicistas y público aficionado a la serie de narcotraficantes, pero también ha tenido sus detractores, hasta el punto de elevar esta felicitación a asunto de Estado. Y es que el Gobierno colombiano ha solicitado formalmente al Ayuntamiento de Madrid que retire el cartel por ofensivo e inapropiado. Al final, como todo, todo ha quedado en nada, y el cartel, sigue donde estaba, ya que ni Netflix ni el Ayuntamiento lo han retirado.

Aprovechando el revuelo, la Policía Nacional hizo su propio meme y tuneó el cartel de marras para avisar de que los agentes estarán muy pendientes para que estas navidades discurran tranquilas y que el único polvo blanco que veamos sea el azúcar de los polvorones. Mucho ruido, mucha provocación y muchos titulares en los medios. Una vez más, un éxito de los genios de Netflix.

Y hablando de genios, habría que ver las caras de los publicistas cuando se enfrentaron por vez primera a un cliente como PornHub, una página web de contenido pornográfico para adultos que ha querido darle una vuelta de tuerca a la sórdida imagen de este tipo de portales para vender el porno de una manera muy divertida y, si nos apuran, hasta un tanto tierna. Si hace un año nos sorprendían con la Wank Band o con su campaña navideña de porno para toda la familia (sí, han leído bien), esta vez han decidido parodiar los spots más populares para fabricar su particular refrito orientado a vender suscripciones a su servicio Premium. Aunque menos efectiva que en años anteriores, su campaña nos ha vuelto a gustar. Queremos más.

La siguiente “macarrada” navideña nos la trae Audi. Macarrada no por el concepto, sino por el contenido, con una Barbie de protagonista, que harta de los estereotipos y el heteropatriarcado impuesto por Ken y la sociedad en general (aquí Barbihijaputa tendría mucho que decir), se pone al volante de un Audi muy azul y muy macarra. Resulta simpático cómo el asunto de los roles en los sexos se ha convertido en la salsa navideña de una marca que promociona sus automóviles y sus valores mediante este atractivo spot de animación, que ya de paso, aprovecha para ir abriéndose hueco entre su futuro público potencial animando a los niños (todos y todas ellas en general, siguiendo la reciente recomendación de la RAE) a que pidan a Papá Noel y a los Reyes su primer modelo de Audi. Que aunque no tengan todavía carné, que vayan sabiendo lo que es bueno. O buena.

Siguiendo en la línea de lo ingenioso, los dos siguientes ejemplos no son tanto macarras en su mensaje como en su planteamiento. Y nos referimos a la sana y rompedora costumbre de contratar a afamados directores de cine para dirigir spots. Así tenemos la colorida campaña de H&M con el siempre resultón binomio Wes Anderson & Adrien Brody o la metáfora bélico familiar que ha utilizado Daniel Sánchez Arévalo con Carrefour para que tengamos la fiesta en paz.

¿Pero qué hay más navideño que el discurso del Rey el día de Nochebuena? En esto se han fijado los productores de dulces Qé, lanzando una atrevida porra retando al público a adivinar cuántas veces dirá el Rey la palabra “Que” durante su famosa locución. Sin duda, una forma muy bien traída de unir el concepto de su marca con estas fechas.
Y para terminar con este resacón de publicidad, la marca de telefonía móvil Amena ha sabido convencer a Chenoa para reírse de sí misma y apelar a la famosa cobra que le hizo David Bisbal con un spot que utiliza un juego de palabras que en boca de la cantante resulta cuanto menos gracioso. Ella ha sabido darle la vuelta al ridículo y rentabilizarlo. Y es que ya se sabe, Chenoa, cuando nosotros vamos, ella vuelve de ahí.

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